Memoria histórica es mucho más que eso...

miércoles, 14 de abril de 2010

Cuando por primera vez solté al espacio sideral el contenido de este pequeño y comprometedor relato, más, como bien reza en la subsiguiente aclaración, por prescripción facultativa o como descarga emocional, que por conseguir encumbrarme en el abigarrado olimpo de personajillos afanados, lo hice a hurtadillas y en cierto modo consciente de que me aventuraba en un universo totalmente desconocido para mí. Se lo envié a un tal foro literario, de cuyo nombre no consigo acordarme, desde donde me remitieron un correo electrónico preguntándome que qué había pensado yo hacer con aquella bomba de relojería, y que cómo debían ellos proceder del modo más satisfactorio para mi. Y ni corto ni perezoso les envié lo siguiente: "Precisamente hoy llegué a la conclusión de que la prosa es a la súplica, lo que la poesía es al lamento. Tal vez por ello ese texto tenga una ligera connotación cadenciosa, algo así como una especie de prosa rítmica. ¿Será su contenido ese lamento? ¿Ese grito desgarrador que retumba desde ahí? ¿Desde el inframundo? Será...No sé. Sea lo que fuere, me gustaría que se colocara en un sitio visible. Donde el usuario tenga fácil acceso a él y se haga eco de las proporciones de esta lacra social. Así sea porque, sin comerlo ni beberlo, a la vuelta de la esquina, lo aguarde a él o a usted la misma penitencia, el mismo mercadeo de estraperlo, el mismo fenómeno vomitivo y nausebundo, la misma situación ignominiosa...Así sea porque, en el intento, el libre ejercicio de nuestras libertades (la de los hombres sobremanera) estén sufriendo un paulatino y contante deterioro. En algún sitio visible (dentro de los amantes a la literatura, por ejemplo) donde el usuario pueda tomar conciencia sobre los derechos que, día sí día también, nos usurpan ante nuestras propias narices. En cualquier vericueto, blog o zona telarañosa del espacio interestelar, que al cuidadano de a pie le sirva de provecho y lo haga, si cabe, más libre todavía. Y nadie se le escapa (con la iglesia hemos topado, como se decía antiguamente) y ustedes no podían ser menos que nadie, por supuesto, que éste, por escelencia, es el medio de las libertades y de las comunicaciones. Así pues, si mi anónimo confidente y amigo del alma así lo estima conveniente, coloque el texto como mejor le venga en ganas. A mí ya me sirvió como descarga emocional. Y los periódicos, como ya usted sabe, no están por la labor de allanarle el terreno al ciudadano de a pie, tanto como lo hace con las grandes firmas, franquicias e instituciones. Sí le pido, si no es mucha molestia, que me remita la dirección exacta del blog donde lo publica, en caso de que lo crea oportuno.
Tampoco me importaría que incluyera usted este texto."
Un cordial saludo: RAMON DEL PINO ALEMAN ALEMAN

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